Los cuencos tibetanos son recipientes de metal cuya función es la de emular los sonidos de la naturaleza. Los cuencos son encontrados regularmente en los Himalayas y en varios países vecinos como China, Tailandia y Japón.
Los cuencos tibetanos por lo general están formados por la aleación de siete metales: oro, plata, mercurio, estaño, plomo, hierro y cobre, y se forjan de manera artesanal.
Son muy utilizados en la meditación, porque provocan sonidos únicos y ricos en armonía que llevan al cuerpo a un estado de absoluto bienestar y paz.
Los cuencos cantores están basados en el Principio de resonancia, la cual dice que una vibración con mayor intensidad y armonía logra contagiar a otra más difusa y poco saludable.
Esta obra cuenta también con Mandalas o círculos donde se refleja lo universal, el centro detrás de toda naturaleza visible, es una Meditación activa que nos permite conectar con nuestra esencia, expandiendo nuestra conciencia y mejorando nuestra comunicación con los demás.
El rojo es el símbolo de la vida, su presencia denota fortaleza, vitalidad, generosidad, ambición, naturaleza amorosa, mente y una voluntad poderosa.
EI naranja representa una actividad armonizadora y de equilibro constante. EI anaranjado expresa la fuerza vital, la energía del Sol, sabiduría y poderes del razonamiento. Desde el punto de vista psicológico, el anaranjado genera actividad y vigilancia.
El gris denota un profundo poder de concentración y perseverancia. El color marrón denota capacidad para la organización y la administración. Es el color del hombre de negocios. El negro representa el poder de renovación.