Todas las cosas grandes del mundo comienzan siendo pequeñas….
Un viaje de mil kilómetros comienza cuando das el primer paso. Tao Te Ching, poema 22
Existen muchas sendas para ser feliz, tener éxito y vivir con plenitud, todas convergen en el mismo centro.
La senda Pitagórica es el camino a la serenidad a través del misticismo racional y genio creativo. Conduce a Platón, Bach y Einstein.
La senda Budista es la noble senda óctuple que conduce a la serenidad a través de la conciencia vacía de anhelos. Si amas la conciencia y buscas que todos los seres sensibles dejen de sufrir, debes seguir a Buda.
La senda de Lao Tzu es el Tao: El camino de todos los caminos y ninguno, que conduce a la serenidad a través del poder del propio Tao.
El tao (no es una divinidad, es una senda) abre la puerta de la felicidad, de la comprensión, del éxito, del amor, de la plenitud, de la serenidad y la de hacer de este mundo un lugar mejor.
El Tao te atrae hacia el centro de tu ser, donde se halla lo mejor de sí mismo y ahí es donde reside la serenidad.
La primera lección del Tao: Si quieres alcanzar la felicidad suprema, presta atención a los deleites más pequeños. Un paso puede parecer poca cosa, pero muchos pasitos equivalen a una gran distancia.
Los Fundamentos del Tao: La complementariedad, la armonía y el cambio
*La complementariedad: El símbolo del Ying y Yang, nada existe de manera aislada u opuesta. Ambas mitades se combinan para formar un todo equilibrado.
*Armonía: llevar una vida equilibrada. Que el cambio obre a tu favor y no en contra
*Cambio: El cambio es lo único constante.
Capítulo 3 El Yo y la serenidad
Toda gratificación del ego es temporal y conduce a un deseo de más gratificación. Cuanto más obtiene, más necesita. Cuanto más necesita más desea. Si quieres ser feliz líbrate por completo de tu ego. Él es la causa de tu infelicidad, no el remedio.
Buena parte de la infelicidad es fruto de búsquedas malsanas y abusos del poder personal, así como de la incapacidad para manejar miedos y ansiedades.
La serenidad emana del centro del ser.
Capítulo 11 Los tres venenos (enojo, avaricia, envidia)
Los taoístas reconocen que los estados de ánimo más tóxicos –los que producen mayor infelicidad- son los que están infectados por lo que los budistas llaman los tres venenos: la ira, la avaricia y la envidia. Solo tú los puedes provocar, y solo tú puedes eliminar estos impedimentos para alcanzar la serenidad, pues los estados de ánimo también son hábitos mentales.